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domingo, 24 de noviembre de 2019

MANUEL SOLLO FERNÁNDEZ


Si yo llegué al periodismo por la literatura, ¿cómo es que llevo más de treinta años en Radio Nacional de España? Y es que tal vez toda esta mágica profesión se resuelva con la aparente simpleza de Chaves Nogales: andar y contar. Si ando para atrás, veo a un niño de Los Palacios y Villafranca (Sevilla) que miraba a la marisma, un adolescente que llevó a casa los primeros libros, un joven estudiante asombrado en Madrid. Me busqué la vida y la dicha en territorio hostil, aunque entonces pagaban las colaboraciones. Una, en El País, trataba de las revueltas contra la mecanización del Bajo Guadalquivir. Las prácticas en Informe Semanal (TVE), de la cultura alegre de la Movida. Formé parte de Liberación, aquel periódico de izquierdas que lideró Alfonso Sastre en 1984. Hubo beca en la radio pública, mili, oposiciones y regreso al Sur. A mi adn se agregan dos equipos, RNE y el Sevilla FC. He convivido con extraordinarios profesionales, de los que sigo aprendiendo. Gran parte de estas tres décadas las he pasado en tareas de edición y diversas responsabilidades informativas. Crear un noticiario es una pasión similar al sueño imposible de ordenar el mundo, siquiera por unas horas. En estos tiempos, vuelvo a ser Jefe de Informativos e Interactivos de RNE en Andalucía. Y regreso al poeta adolescente con las entrevistas de Biblioteca Pública RNE, un podcast de entrevistas a escritores que comencé en 2013 para RTVE A la Carta.