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lunes, 13 de mayo de 2019

María José García Hurtado


Aunque soy de Bilbao y estudié en la facultad de Ciencias de la Información del País Vasco –promoción de 1985¬– tuve que emigrar a Andalucía porque, cosas de la vida, en el País Vasco no había trabajo para periodistas. Primero recalé en Granada. Fue en el diario gratuito Mediodía Express, que estuvo abierto muy poco tiempo.  Junto a otra amiga recorrí casi todas las provincias andaluzas en busca de trabajo. Lo encontramos en Huelva Información y en esa ciudad también hice mis pinitos durante unos meses en el gabinete de prensa de UGT. En 1990 llegué a Sevilla. Al desaparecido decano de la prensa sevillana: El Correo de Andalucía. En este medio trabajé hasta octubre de 2018, fecha en la que dejó de existir como tal este periódico. Pasé por casi todas sus secciones, incluida la de Deportes. Nunca olvidaré que un domingo me mandaron a hacer una crónica de rugby, deporte del que no tenía ni tengo idea alguna, pero conté con el apoyo de varios compañeros a los que atosigué a preguntas para escribir una información digna. Esta es solo una anécdota de las muchas que viví en este diario centenario, en el que fundamentalmente trabajé en la maravillosa sección de Provincia, junto a magníficos compañeros y profesionales, que ahora son mis amigos. En la actualidad, tras el cerrojazo del periódico de papel, estoy desempleada. En este momento, soy otra periodista más en las largas listas del paro.

martes, 7 de mayo de 2019

Paco Correal


Periodista sin vocación, porque la descubro cada día. Me hicieron en Galicia, pero nací en la Mancha. En Ciudad Real, culipardo de gentilicio. Llegué a Sevilla el 2 de julio de 1977, el mismo día que murió Nabokov. Las prácticas en El Correo fueron la mejor teoría. No tenía edad para votar, pero me acreditaron como cronista parlamentario de las Cortes Constituyentes de 1977. El año que gana Felipe, ficho por Diario 16. El fichaje se certificó en el bar Los Tres Reyes. El año que gana Aznar, me ficha El País. Formo parte del equipo fundacional de Diario de Sevilla y de sus veinte años de historia. Cronista de fútbol, de Carnavales, de carreras de caballos, de juicios. Más que entrevistador, preguntador. Me apunto a lo de Larra: el pobrecito hablador. Le hice la primera entrevista a Los Morancos y la última a Antonio Mairena. La promoción 1992-1997 de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Sevilla me nombró su padrino. El oficio me regaló una ciudad y el amor de mi vida. La cómplice de mis tres primicias: Andrea, Carmen, Francisco Javier (Paco como yo). El año que llegué a Sevilla el Betis ganó la Copa del Rey y Vicente Aleixandre el Nobel de Literatura.

Paco Correal   Sevilla 2019

lunes, 6 de mayo de 2019

Antonia Peinado



La aventura de ir a estudiar Periodismo a Madrid desde un pequeño pueblo de Jaén, comenzó hace ya algunos años, décadas, mejor dicho, y aquí sigo sorprendiéndome. Aunque dije una vez que ya iba a dejar de hacerlo. En Periodismo hay que hacer de todo, se dice, y eso lo he cumplido, desde ser la primera mujer en una redacción de un periódico local -la niña, me decían- redactora de un programa de radio de madrugada, corresponsal de TVE, hasta llegar a la comunicación institucional a la que he dedicado gran parte de mi ejercicio profesional. Los temas de los que he tratado, en estas últimas décadas han sido, entre otros: déficit, calificación crediticia, estabilidad presupuestaria… No son los más amenos, pero sí interesantes, periodísticamente hablando.



Antonia Peinado  Sevilla  2019

miércoles, 1 de mayo de 2019

Antonia Rodríguez



Soy periodista y consultora de comunicación estratégica. Tengo más de 15 años de experiencia en consultoría y desarrollo de planes integrales de comunicación para organizaciones y empresas, una labor que desempeño como freelance desde hace más de una década, tras pasar por medios como El Periódico Extremadura, Diario de Sevilla, Sur (Málaga) o Europa Press Reportajes entre otros. También he sido consultora senior en Ogilvy PR.
Me interesa TODO de la comunicación, de los aspectos más teóricos a la retórica hasta, por supuesto, el ejercicio del periodismo y la divulgación.
Los de mi generación llegamos al oficio en mitad de un cambio conceptual y estructural que lo ha transformado todo. Complicado pero apasionante para los que, como yo, alucinamos estudiando estos procesos. Espero poder vivir de esta bonita profesión, que me ha procurado tantas aventuras, experiencias y amistades, al menos unos pocos años más.

Antonia Rodríguez Sevilla 2019