En casa siempre mi padre traía el diario en papel. Y cómo no
leerlo, con sus breves textos y fascinantes fotos granulosas. Ser periodista es
algo que ejercí mucho antes de licenciarme, como tantos otros. Pero el oficio
no lo aprendí hasta que pasaron los años y los errores. La cuna fue Radio
Aljarafe –madriguera de una gran camada-, y después El Correo de Andalucía,
honra del gremio hasta su asesinato. En verdad entendí por completo este
negocio tras pasarme a la comunicación institucional, y luego con mi
consultora.
Todos los años de la Expo 92, con pre y post, me
marcaron; al igual que los temas de medio ambiente, que es un clásico fijo en
mi vida profesional y me dio tantas satisfacciones y premios. Siempre procuré
deshacer visiones rancias y animar al avance, a veces con más candidez que base,
mediante informaciones y opinión, sobre todo como jefe de Local. Ahora, con la
visión que ofrecen justo 30 años de profesión, creo que volvería a repetir
buena parte de mis intenciones. La visión de un chico de pueblo fascinado por
la capital. Encantado de narrar buscando un estilo propio. Un periodista de
encendido rápido.
Jorge Molina Sevilla 2019