Aunque soy de Bilbao y estudié en la facultad de Ciencias de
la Información del País Vasco –promoción de 1985¬– tuve que emigrar a Andalucía
porque, cosas de la vida, en el País Vasco no había trabajo para periodistas.
Primero recalé en Granada. Fue en el diario gratuito Mediodía Express, que
estuvo abierto muy poco tiempo. Junto a
otra amiga recorrí casi todas las provincias andaluzas en busca de trabajo. Lo
encontramos en Huelva Información y en esa ciudad también hice mis pinitos
durante unos meses en el gabinete de prensa de UGT. En 1990 llegué a Sevilla.
Al desaparecido decano de la prensa sevillana: El Correo de Andalucía. En este
medio trabajé hasta octubre de 2018, fecha en la que dejó de existir como tal
este periódico. Pasé por casi todas sus secciones, incluida la de Deportes.
Nunca olvidaré que un domingo me mandaron a hacer una crónica de rugby, deporte
del que no tenía ni tengo idea alguna, pero conté con el apoyo de varios
compañeros a los que atosigué a preguntas para escribir una información digna.
Esta es solo una anécdota de las muchas que viví en este diario centenario, en
el que fundamentalmente trabajé en la maravillosa sección de Provincia, junto a
magníficos compañeros y profesionales, que ahora son mis amigos. En la
actualidad, tras el cerrojazo del periódico de papel, estoy desempleada. En este momento, soy
otra periodista más en las largas listas del paro.
Retratos de María José Carmona a periodistas que ejercen o han ejercido la profesión en Sevilla
lunes, 13 de mayo de 2019
martes, 7 de mayo de 2019
Paco Correal
Periodista sin vocación, porque la descubro cada día. Me
hicieron en Galicia, pero nací en la Mancha. En Ciudad Real, culipardo de gentilicio. Llegué a
Sevilla el 2 de julio de 1977, el mismo día que murió Nabokov. Las prácticas en El Correo fueron la mejor teoría. No
tenía edad para votar, pero me acreditaron como cronista parlamentario de las
Cortes Constituyentes de 1977. El año que gana Felipe, ficho por Diario 16. El
fichaje se certificó en el bar Los Tres Reyes. El año que gana Aznar, me ficha
El País. Formo parte del equipo fundacional de Diario de Sevilla y de sus
veinte años de historia. Cronista de fútbol, de Carnavales, de carreras de
caballos, de juicios. Más que entrevistador, preguntador. Me apunto a lo de
Larra: el pobrecito hablador. Le hice la primera entrevista a Los Morancos y la última a Antonio Mairena. La promoción 1992-1997
de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Sevilla me nombró su padrino.
El oficio me regaló una ciudad y el amor de mi vida. La cómplice de mis tres
primicias: Andrea, Carmen, Francisco Javier (Paco como yo). El año que llegué a
Sevilla el Betis ganó la Copa del Rey y Vicente Aleixandre el Nobel de
Literatura.
Paco Correal Sevilla 2019
lunes, 6 de mayo de 2019
Antonia Peinado
La aventura de
ir a estudiar Periodismo a Madrid desde un pequeño pueblo de Jaén, comenzó hace
ya algunos años, décadas, mejor dicho, y aquí sigo sorprendiéndome. Aunque dije
una vez que ya iba a dejar de hacerlo. En Periodismo hay que hacer de todo, se
dice, y eso lo he cumplido, desde ser la primera mujer en una redacción de un
periódico local -la niña, me decían- redactora de un programa de radio de
madrugada, corresponsal de TVE, hasta llegar a la comunicación institucional a
la que he dedicado gran parte de mi ejercicio profesional. Los temas de los que
he tratado, en estas últimas décadas han sido, entre otros: déficit,
calificación crediticia, estabilidad presupuestaria… No son los más amenos,
pero sí interesantes, periodísticamente hablando.
Antonia Peinado Sevilla 2019
miércoles, 1 de mayo de 2019
Antonia Rodríguez
Soy
periodista y consultora de comunicación estratégica. Tengo más de 15 años
de experiencia en consultoría y desarrollo de planes integrales de comunicación
para organizaciones y empresas, una labor que desempeño como
freelance desde hace más de una
década, tras pasar por medios como El
Periódico Extremadura, Diario de Sevilla, Sur (Málaga) o Europa Press Reportajes
entre otros. También he sido consultora senior en Ogilvy PR.
Me
interesa TODO de la comunicación, de los aspectos más teóricos a la retórica
hasta, por supuesto, el ejercicio del periodismo y la divulgación.
Los
de mi generación llegamos al oficio en mitad de un cambio conceptual y
estructural que lo ha transformado todo. Complicado pero apasionante para
los que, como yo, alucinamos estudiando estos procesos. Espero poder vivir
de esta bonita profesión, que me ha procurado tantas aventuras, experiencias
y amistades, al menos unos pocos años más.
Antonia Rodríguez Sevilla 2019
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