La primera iniciativa de escritura de la que tengo memoria es el copiado de la cabecera y fecha del periódico en una hoja de papel. Recuerdo que reproduje cuidadosamente letras y cifras y se lo enseñé orgulloso a mis padres, sin intuir que aquella iniciativa pudiera anunciar una vocación profesional. Los avatares caprichosos del destino han querido que haya terminado como subdirector de ese mismo periódico, el ABC de Sevilla. Desde aquel temprano contacto con la prensa, el periodismo me ha dado todo lo que tengo: la mujer que amo, el sustento para vivir, un trabajo del que disfruto y hasta un pase para el parking de la Feria. Tuve la suerte de compartir mesa con grandes profesionales y la oportunidad contar algunas historias interesantes. Hoy, tres décadas después de pisar por primera vez una redacción, me sigue gustando mi trabajo, pero procuro recordar el consejo que me dio unos de mis primeros jefes al advertir mi entusiasmo de principiante: "Manué, no olvides que los orgasmos hay que tenerlos en la cama, no ante la máquina de escribir".
Manuel Contreras Sevilla 2019
